miércoles, 18 de abril de 2012

(Mis) Espinacas a la crema

Vivan las espinacas que gracias al efectivo marketing de Pop-Eye, muchos críos tomábamos para alivio de padres que no sabían como meternos verdura entre pecho y espalda.
Una cosa que me encanta es que ahora se pueden conseguir crudas fácilmente (sólo congeladas llegaban a mi nevera familiar antaño) y están muy ricas en ensalada.
Cocinadas cunden poco, pero llegaron dos bolsas enormes en mi caja ecológica quincenal y dije: "¡Tate, unas buenas espinacas a la crema!". Pero de las de verdad, porque este magnífico plato no se merece ese insultante apellido de "Light" que le ponen en cantidad de webs y revistas... Esto es España y aquí a todo lo que lleve un buen puñado de verdura se lo calumnia como light, de igual forma que un sandwich con una rodaja de tomate, una hoja de lechuga y un cuarto de espárrago chafado es un "vegetal", aunque también haya atún, queso, huevo y/o jamón de york...
Así que estas, mis, espinacas a la crema tienen dos alicientes, por una lado nada de harina (es decir: gluten) ni leche, desnatada o no (aunque en principio sí lácteos, pero de los buenos) y por otro, nada de cocer primero la verdura para luego escurrirla y tirar por el fregadero su valioso caldo lleno de minerales, ¿cómo? Sigue leyendo...

Ingredientes para 3-4 raciones:
¡Venga verde!
  • Espinacas (500-600 gr.).
  • Ajo (6-8 dientes).
  • Pasas sin hueso (1 puñado).
  • Nueces (1 puñado, peladas).
  • Nata (100 ml. aprox. también vale leche de coco).
  • Mantequilla.
  • Sal.
  • Pimienta negra recién molida.
  • Curcuma.
  • Nuez moscada.
  • Sal marina (la olvidé en las fotos).
  • Queso parmesano (100 gr. aprox.). 
Nos había olvidado, el muy cabrón...
Elaboración:
Sartén grande al fuego medio-flojo, sí, sartén: no sufrir porque luego las espinacas no vayan a caber, que se quedan en na... Picamos los ajos quitando el germen y los doramos un poco en la mantequilla. Cuando estén dorados, añadimos las pasas y salteamos un ratete. A continuación, subimos el fuego a medio-fuerte y vamos añadiendo espinacas (previamente bien lavadas y a las que hacemos unos cortes para hacer trozos algo más pequeños) en montones mientras vamos removiendo. Conforme se vayan pochando y liberando espacio vamos añadiendo más, hasta que todas estén en el ajo (jeje...). Salteamos unos 5 minutos largos removiendo bien, al final de los cuales añadimos las especias (pimienta, curcuma y nuez moscada) y sal marina al gusto, salteamos un par de minutos más o hasta que no quede agua en la sartén y entonces añadimos el medio vaso de nata (o leche de coco), removemos bien y dejamos cocinar a fuego medio 3-5 minutos más. Apagamos el fuego y añadimos el puñado de nueces cortadas o rotas en trozos algo más pequeños (y lo hacemos ahora para no cocinarlas mucho y así oxidar su gran cantidad de ácidos grasos poliinsaturados). Pasamos a una pequeña fuente de horno, espolvoreamos de parmesano y gratinamos hasta dorar el queso.
Requetebueno y alimenticio, un primer plato en toda regla, no una moñería que nos va a dejar el estómago rugiendo de desesperación.

A Pop-Eye le harían los ojos chirivitas con esto, ¿qué no?
Nutrición:
Las espinacas son una verdura de puta madre. Y podría dejarlo ahí. Pero bueno, ya que estamos, unos cuantos datos. Ricas y mucho, en betacarotenos (provitamina A) y también (esto relativamente, claro, que no dejan de ser un hierbajo) en vitaminas C, E, B2, B6 e incluso K. Con gran acción antioxidante por estas vitaminas y por los ácidos ferúlico, cafeico, beta-cumárico. También van bien de minerales, destacando el calcio, magnesio, potasio, sodio, además de presentar también buenas cantidades de fósforo, yodo y hierro (no tanto como le gustaría a Pop-Eye, no obstante). Eso sí, parece que no conviene abusar de ellas, sobre todo si se padecen enfermedades reumáticas o de riñon, debido a su riqueza en ácido oxálico, que combinado con ciertos minerales forma oxalatos, pequeños cristales que pueden formar piedras en el riñón o depositarse en articulaciones, dañando tejidos... Bueno, nadie es perfecto.
Al haber buena cantidad de grasa de leche (mantequilla, nata, queso curado de leche cruda), añadimos cardiosaludable grasa saturada y valiosas vitaminas liposolubles: A, D y K2, buenas para todo, entre otras cosas para absorber más y mejor los minerales de las espinacas.Y un puñadito de nueces, que bajan el colesterol malo, asunto que no preocupa a quien come como aquí comento, ¡toma trabalenguas!

Salud,
Nach

Más recetas con mucha verdura:
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